Cuando alguien visita el mostrador de heladería La Fábrica es habitual que pase unos interminables segundos pensando el sabor que desea para su helado. Es también frecuente que el cliente decida dejar paso a otro cliente para así tener más tiempo y decidir.
Y es que, aunque todos tengamos un sabor de helado favorito, siempre surge la duda de probar nuevos helados, especialmente en el caso de La Fábrica, donde contamos con numerosos sabores a cada cual más cremoso.
Las opciones para resolver esa duda pasan por dos alternativas: probar un sabor nuevo cada semana o bien elegir la opción clásica, el sabor de toda la vida. Desde La Fábrica, una propuesta que os dejamos a los clientes para salir de esa encrucijada es la siguiente: ampliar la propuesta entre los sabores favoritos.
¿Cómo salir de la duda ante la elección del sabor?
Todos nuestros helados son artesanales, de modo que el buen sabor es lo que perseguimos con más ahínco. Que te gusta el chocolate, pues prueba a combinar varios sabores de chocolate: chocolate con leche, chocolate con cookies, kinder bueno, ferrero…
Si tu sabor clásico preferido es la vainilla, la solución puede ser combinar este sabor mediante el tradicional helado de chocolate o vainilla o bien apostar por otra mezcla que siempre da buenos resultados, la vainilla con frutos secos y caramelo.
Y si hablamos de sabores de helados cremosos, no podemos dejar pasar las cada vez más exitosas cremas de helados: tarta de limón, cheesecake, carrotcake… la clave con estos sabores es adaptar postres tradicionales a cremas heladas, y hay muchas opciones: tiramisú, tocino de cielo, tarta san marcos…
Una última opción es la de buscar esa sensación refrescante con los helados, algo que podemos obtener con los helados de frutas.
Sea cual sea el sabor escogido, no debemos olvidar que los helados son ricos en vitamina B2, calcio y proteínas, por lo que es un alimento muy nutritivo ideal para cualquier época del año.